El utilizar bolsas de papel sobre otras alternativas de empaque no es una mejor opción porque su impacto medioambiental neto es mayor. En este artículo exponemos varios argumentos que soportan esta afirmación.
A primera vista, utilizar bolsas de papel parece ser una opción amigable, sana e inofensiva con nuestro planeta. De manera directa e indirecta esta idea se ve constantemente reforzada por la industria, medios de comunicación, familia y las personas de nuestro alrededor; es sin duda una idea colectiva con raíces profundas en nuestra cultura. Y es que también, con base a un par de sus características, esto tiene sentido:
- Usualmente es de color café, un color natural: del mismo color de la tierra y la madera de los árboles
- Es biodegradable, entonces puede degradarse y volver a ser parte de la tierra
Sin embargo, estas características son casi obvias y son favorables especialmente en su última etapa de su ciclo de vida: el pos uso, una vez se ha terminado su vida útil. El problema con esto es que, como con cualquier producto o servicio, es muy importante evaluar su ciclo de vida entero para realmente entender la manera en que nuestro planeta (y tú, y yo, y toda la vida que sostiene) se puede ver impactado por su uso.
Las bolsas de papel vs otras alternativas
Para dar respuesta al por qué utilizar bolsas de papel no es una mejor alternativa que empaques en otros materiales, haremos una comparación de estas con sus análogas hechas de plástico y de algodón. Tendremos en cuenta una característica en tres etapas generales de su ciclo de vida:
- CO2 generado para su producción, en su etapa de origen
- Re-usabilidad, en su etapa de uso
- Tiempo de degradación, en su etapa de pos uso
En la tabla a continuación se resumen estas características de tres tipos diferentes de bolsas.
1 Bolsa de plástico | 1 Bolsa de papel | 1 Bolsa de algodón | |
CO2 generado para su producción | 1,6 Kg | 5,5 Kg | 272 Kg |
Re usabilidad | Entre 1 y 2 veces | 1 vez | Más de 300 veces |
Tiempo de degradación | Más de 100 años | 90 días | Entre 1 y 2 meses |
Estos datos fueron tomados de la publicación Which bag should you use?, por Luka Seamus Wright y Imogen Ellen Napper
CO2 generado para su producción (Origen)
Para la obtención de bolsas de papel se necesita de materia prima (como madera, agua, entre otros) y diferentes procesos que requieren de energía; a su vez, esta energía es posible gracias a recursos naturales.
Se estima que para la producción de una sola bolsa de papel se liberan cerca de 5,5Kg de dióxido de carbono a la atmósfera, esa es la cantidad aproximada que un carro produce al andar 22,6Km (de acuerdo a esta calculadora).
Re-usabilidad (Uso)
El reciclar o re-usar una bolsa puede reducir significativamente el impacto medioambiental que esta tenga: si se utilizara una bolsa de papel dos veces, el dióxido de carbono generado para su producción podría entenderse como la mitad (2,25Kg). Sin embargo, las bolsas de papel se caracterizan por ser frágiles y romperse fácil, por lo que la mayoría de veces se utilizan únicamente una vez.
Tiempo de degradación (Pos uso)
Esta característica es la única en la que las bolsas de papel realmente sobresalen, y es en esta característica en la que usualmente enfocamos nuestra atención cuando decidimos elegir una bolsa de papel sobre una bolsa plástica.
No obstante, es muy importante tener en cuenta que la habilidad que un material tiene para biodegradarse depende de las condiciones en que se encuentre. En un basurero (o relleno sanitario), que es un donde usualmente terminan las bolsas de papel una vez han cumplido su vida útil, no hay condiciones óptimas para que se puedan biodegradar en el tiempo esperado. Y usualmente, en las ciudades el manejo apropiado de la cantidad de residuos que allí se generan implica una infraestructura y logística compleja con la qué muchas veces no se cuenta.
De esta manera, teniendo una perspectiva más general del impacto medioambiental de cada una de las tres alternativas evaluadas en esta publicación, la bolsa de papel no es la mejor opción al elegir un empaque, en muchos casos puede resultar incluso mejor utilizar una bolsa plástica.
Independiente del tipo de empaque que se utilice, cualquiera representará el gasto de recursos naturales, bien sea como materia prima o necesarios para la producción de energía, y esto afectará la vida en uno o más ecosistemas. La mejor opción siempre será, en la medida de lo posible, no utilizar ningún empaque.
Notas sobre esta publicación
- Este, como cualquier otro contenido informativo con el que te encuentres, está sesgado por los intereses y creencias del autor, en este caso: tolá market.
- Las publicaciones que se tuvieron como referencia para construir este artículo son: Paper beats plastic? How to rethink environmental folklore por Leyla Acaroglu, y Which bag should you use? por Luka Seamus Wright y Imogen Ellen Napper.
- En esta publicación sólo se abordaron tres etapas en el ciclo de vida de cada uno de los empaques, no obstante, el ciclo de vida de cualquier producto o servicio es mucho más complejo y merece ser más profundizado.